man holding lighted gas lantern

Mantener la llama encendida

“¿Acaso alguien enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta o debajo de la cama?.” Marcos 4:21–25 (NTV)

DEVOCIONAL

Michelle Naranjo

Reflexión:

Jesús usa una imagen sencilla pero poderosa: una lámpara no fue creada para ocultarse, sino para iluminar. La luz tiene propósito, y esconderla contradice su naturaleza.

En este pasaje, Jesús no solo habla de una lámpara física, sino del conocimiento del Reino de Dios y de la vida que Él produce en quienes lo siguen. La luz representa la verdad, la fe y el testimonio que deben brillar en medio de la oscuridad del mundo.

Cuando recibimos la Palabra de Dios, somos encendidos por ella. Pero esa luz no fue dada para permanecer guardada bajo una “canasta” de miedo, comodidad o indiferencia, sino para reflejar el carácter de Cristo donde sea que estemos. Jesús también hace un llamado a la atención y al discernimiento espiritual: “Cuanto más atentos sean, más entendimiento les será dado.”

La revelación de Dios crece en quienes escuchan activamente y ponen en práctica lo que aprenden. En cambio, cuando ignoramos su voz, la luz se apaga poco a poco.

Ser lámpara implica dos cosas:

  1. Brillar hacia afuera: que otros vean a Cristo a través de nuestras palabras y acciones.

  2. Escuchar hacia adentro: permitir que la luz de Dios ilumine nuestras áreas ocultas y transforme lo que aún necesita ser sanado.

    El Reino de Dios no se trata solo de recibir, sino de reflejar. Y la luz que compartimos no es nuestra, sino la de Aquel que nos encendió.

Aplicación:

  1. Preguntas para examinarte hoy:

    • Evalúa tu posición: ¿Estás dejando que tu luz alumbre o la estás ocultando bajo el miedo o la indiferencia?

    • Escucha activamente: dedica tiempo a meditar en la Palabra, no solo para informarte, sino para transformarte.

    • Ilumina con propósito: usa tus dones, palabras y acciones para reflejar a Cristo en cada ambiente donde estés.

    • Permite que Dios te revele: deja que Su luz exponga lo que está escondido en tu corazón para que Él lo renueve.

Oración:

Señor, gracias porque tu Palabra es luz para nuestro camino. Ayúdanos a no esconder lo que nos has dado, sino a reflejar tu verdad y tu amor en cada lugar donde estemos.

Que nuestros oídos estén atentos a tu voz, y nuestro corazón dispuesto a obedecer.

Ilumina nuestras áreas oscuras y haznos portadores de tu luz en un mundo que necesita verte.

En el nombre de Jesús,

Amén

Marcos 4:21–25 (NTV):

"¿Acaso alguien enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta o debajo de la cama? Por supuesto que no. La lámpara se coloca en un lugar alto donde su luz alumbre. Pues todo lo que está escondido tarde o temprano se descubrirá, y todo lo secreto saldrá a la luz.

El que tenga oídos para oír, que escuche y entienda. Luego añadió: «Presten mucha atención a lo que oyen. Cuanto más atentos sean, más entendimiento les será dado, y recibirán aún más. A los que escuchan mis enseñanzas, se les dará más entendimiento. Pero a los que no escuchan, se les quitará aun lo poco que entienden»."

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