El ISO
“Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran.” Lectura de hoy: Romanos 12:15 (NTV)
DEVOCIONAL
Leidy García.

Reflexión:
¿En fotografía, el ISO o sensibilidad es un parámetro que controla cuánta luz necesita la cámara para obtener una exposición correcta. Es uno de los tres pilares del triángulo de exposición, junto con la apertura y la velocidad del obturador.
Un ISO bajo es ideal para condiciones de mucha luz, como un día soleado. Un ISO alto, en cambio, permite capturar imágenes en situaciones de poca luz, como en la noche, aunque esto puede generar más ruido o grano en la foto. De la misma forma que el fotógrafo ajusta el ISO según el entorno, nosotros también tenemos la capacidad de regular nuestra sensibilidad espiritual y emocional según las circunstancias. No siempre podemos controlar el ambiente que nos rodea, pero sí podemos discernir cómo responder ante él.
El ISO nos recuerda que la sensibilidad no es debilidad, sino una herramienta poderosa que, bien administrada, nos permite conectar con el corazón de los demás. Pablo nos enseña en Romanos 12:15 a alegrarnos con los que se alegran y llorar con los que lloran; a ser empáticos y sensibles ante las realidades que viven quienes nos rodean.
A veces, nuestra sensibilidad está baja, y nos volvemos indiferentes o duros ante el dolor ajeno. Otras veces, está demasiado alta, y terminamos sobrecargados emocionalmente. En ambos casos, necesitamos volver
Aplicación:
Preguntas para examinarte hoy:
Evalúa tu sensibilidad: ¿Estás siendo indiferente o estás sobrecargado por lo que escuchas y ves a tu alrededor?
Pide dirección a Dios: Ora para que Él te enseñe a ver a las personas con sus ojos y a escuchar con su corazón.
Practica la empatía: Alégrate con los que se alegran y acompaña a los que sufren; una palabra oportuna puede iluminar el corazón de alguien.
Aprende a equilibrar: Así como el fotógrafo ajusta la luz, permite que el Espíritu Santo te enseñe cuándo hablar, cuándo callar y cómo responder con amor.
Oración:
Señor, gracias por darnos la capacidad de sentir y conectar con los demás. Ayúdanos a regular nuestra sensibilidad según tu sabiduría, a no ser indiferentes ante el dolor, ni sobrecargarnos con lo que no podemos controlar. Enséñanos a ver con tus ojos, a escuchar con tu corazón y a ser sensibles a la voz y las necesidades de los demás. Que nuestra vida refleje tu compasión y tu equilibrio.
Amén.
Romanos 12:15 (NTV):
"Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran."
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